
Un torrente blanco de indignación profesional formado por miles de enfermeras ha tomado las calles de Madrid en una mañana de sábado de calor extremo para decir que no aguantan más. Mujeres y hombres de todas las edades, llegados de cualquier rincón de España, se han unido para clamar contra la indiferencia política hacia su trabajo, para salvar un sistema sanitario que agoniza y contra esos políticos que derrochan elogios, pero no hacen nada por acabar con la precariedad, las barreras profesionales y la discriminación.
Un “basta ya” unánime, entonado por más de 8.000 enfermeras y enfermeros hastiados e insultados por las falsas promesas de los Gobiernos, nacionales y autonómicos, unas promesas incumplidas que nos conducen a un horizonte donde los ciudadanos se verán privados de los cuidados profesionales.
Entre llamadas a la huelga, silbidos a políticos, denuncias ante la escandalosa falta de enfermeras o la petición la categoría profesional A, la enfermería española ha vivido una jornada histórica y emocionante a la vez. Convocados por Unidad Enfermera, integrada por las principales organizaciones y asociaciones que representan los intereses de las 325.000 enfermeras de nuestro país, los profesionales sanitarios han mostrado su profundo malestar y gran preocupación porque la situación de nuestro sistema sanitario, lejos de mejorar, ha empeorado tras la pandemia del COVID-19, ya que las administraciones públicas no están cumpliendo los compromisos adquiridos en 2020 de destinar todos los medios y recursos necesarios para salvaguardar nuestra sanidad.
Oficialmente, las principales demandas de los manifestantes ha sido aumentar la financiación pública destinada a Sanidad, garantizar la seguridad asistencial de los pacientes y ciudadanía con una dotación adecuada y suficiente de enfermeras en todos los servicios de salud, acabar con las agresiones a los profesionales, incluir a las enfermeras en el Grupo A, sin subgrupos, y terminar con la precariedad y temporalidad.
Recorrido
La manifestación se ha iniciado en la Plaza de Jacinto Benavente de Madrid y, después de pasar por el Congreso de los Diputados, ha finalizado su recorrido junto a la sede del Ministerio de Sanidad, donde la enfermera Araceli Santos ha leído un manifiesto en defensa de la Sanidad y los derechos de los profesionales. En su intervención, ha recordado que, en julio de 2020, el conjunto de partidos políticos acordó en el Congreso de los Diputados la puesta en marcha de más de 200 medidas y actuaciones para mejorar nuestro Sistema Sanitario y las condiciones de sus profesionales, y, casi dos años después, no se ha hecho nada. “Han sido ignoradas y olvidadas en un claro alarde de desprecio a nuestra sanidad y sus profesionales”
Según ha dicho, a las administraciones públicas y partidos políticos no les interesa hablar de las listas de espera, de la permanente sobrecarga y tensión asistencial, del crónico y estructural déficit de plantillas enfermeras o del resto de problemas y deficiencias que afectan a la atención sanitaria y cuidados que se prestan a más de 47 millones de personas. “Tras años de continuos recortes en recursos y medios, las administraciones públicas autonómicas no han incrementado sus respectivos presupuestos como sería necesario para garantizar en todos los servicios de salud una atención optima, rápida y de calidad”, ha señalado.