Conchi Arias tiene una experiencia de casi dos décadas en hospitales importantes como el Gregorio Marañón de Madrid.
También es profesora del Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), donde imparte y coordina el Curso de Experto Universitario en Cuidados Críticos. Y también participa activamente en las actividades científicas de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y de Unidades Coronarias.
¿Qué pueden aprender las compañeras que se apunten a esa formación?
La verdad es que el curso siempre ha tenido muy buena valoración, porque es tanto para el que acaba de salir de la carrera, como para el que quiere aumentar los conocimientos y desempeñar su labor con seguridad en la calidad asistencial. Por tanto, es una oportunidad para adquirir conocimientos y empezar en un puesto de trabajo como enfermera de críticos, sin esos miedos que muchas veces pueden influir negativamente en el paciente.
Además, es un terreno donde se puede innovar y muy fructífero para la investigación.
La investigación es un terreno fructífero y gracias a ella se está mejorando muchísimo la calidad, no solo en los cuidados básicos, sino también en la psicoterapia. Hay un campo amplio para poder investigar en Críticos y la verdad, es que es precioso. Bueno, yo qué voy a decir.
¿Cuál crees que son las habilidades y los conocimientos que debe de tener una enfermera para trabajar en la UCI?
Es cierto que es una unidad muy especial. Son pacientes que tienen muchos patrones alterados. No simplemente el patrón de alimentación, sino muchos patrones. Al final, la enfermera se convierte en los ojos, los oídos, incluso las manos del paciente… Lo primero es tener empatía para conocer por qué está pasando el paciente. Necesitas también tener seguridad e inspirar confianza. Y obviamente, conocimientos. Tienes que adquirir unos conocimientos muy específicos, que se van a trasladar luego en una buena calidad asistencial. Debemos conocer por qué se hace así, qué es lo que le está ocurriendo al paciente, tener una detección precoz del problema de salud que está teniendo y poder poner la solución. Enfermería en Críticos tiene mucha autonomía para proporcionar el cuidado y realizar el acompañamiento del paciente en el momento de la enfermedad.
La sociedad científica dice que la mitad de las UCI en España tiene una enfermera por cada dos pacientes, pero que la otra mitad de las UCI tiene una por cada tres, cuatro, cinco o incluso seis pacientes. En cambio, en el Reino Unido hay una ratio de uno-uno, con lo cual es posible prestar al paciente mejores cuidados. ¿Qué podemos hacer?
Así es, la ratio que manejamos habitualmente en los grandes hospitales de nivel de asistencia tres es uno-dos, pero en mi experiencia con frecuencia he tenido una ratio uno-uno. Y no porque no quiera atender a más pacientes, sino porque atender a más es inviable. Tienes una carga de trabajo brutal, son pacientes con los que tienes que tomar decisiones en un espacio muy breve de tiempo, que son vitales para ellos. Entonces, no puedes dejar de atenderlos para ocuparte de otros.
¿Pueden suceder dos emergencias a la vez?
Sí, y eso se traslada a la carga asistencial de tus compañeras de al lado, que si ya estaban atendiendo a dos pacientes, pasan de pronto a atender a tres, y al final la ratio enfermera-paciente pasa a ser uno-tres. Son momentos muy estresantes y además, no puedes no hacerlo, tienes que priorizar, correr y ya está. El COVID, por desgracia, nos ha hecho aprender muchas cosas, entre ellas el tema de las ratios. Se ha visto que eran pacientes de mucha más gravedad, que había que priorizar y requerían de unos cuidados que implicaban a muchas más personas. Para poner bocabajo a un paciente de 120 kilos se requiere durante más de media hora a más de seis personas vigilando varias constantes. Entonces, durante esa media hora, vestida y enfundada de arriba abajo, dejas de atender a otros pacientes, que tienen que ser atendidos por tus compañeras. Con lo cual, resulta de vital importancia que la ratio enfermera-paciente sea uno-dos, o uno-uno, como se está haciendo en otros países.